“Every thing that has a beginning, has an end, Neo”
La saga de Matrix ha hecho de esta frase un clásico, aún cuando ha sido conocida desde épocas inmemoriales por casi todos los pueblos. Y en la nunca bien contada historia de la humanidad, muchos de sus actores serán recordados no solo por la gran profesionalidad de su actuación en el juego de la vida, sino porque precisamente iniciaron o cerraron una época prodigiosa. Al general romano Aesio se le recuerda no solo por su inmemorable victoria frente al terrible Atila en los Campos Catalaunicos, sino además por ser el último gran héroe romano, terminando la época dorada de aquel gran imperio.
Y al igual que al general romano, la estelar alemana de la década de los 80, fue la última gran héroe de una legión de nadadoras hace tiempo desaparecida, el equipo élite de la antigua RDA, invencible practicamente durante toda la década de los 70 y 80, y donde Kristtin Otto cerró con elegancia indiscutible ese capítulo de la historia.
Comenzó a nadar a los 10 años, edad bastante tardía para un deporte en el que se inicia apenas a los 6. Pero con una estatura idónea, (1.85 m), sus excelentes capacidades naturales para el entrenamiento, y el estar en el mejor lugar del mundo para entrenar en esa época, hizo que pronto mostrara su talento. Solo seis años más tarde su nombre recorrió el planeta cuando en los Campeonatos del Mundo de Guayaquil, 1982, con solo 16 años, se agenció tres medallas de oro, una en lo que sería su prueba favorita, los 100 espalda y dos más en los relevos de 4×100 libres y 4×100 estilos. Era la típica velocista por antonomasia.
En las Olimpiadas de Los Ángeles 1984 no pudo asistir por problemas políticos del momento entre los países del bloque occidental y el oriental, típico enfrentamiento de la Guerra Fría y que afectaría a cientos de miles de atletas.
Pero a pesar de no asistir a las Olimpíadas, ese mismo verano rompió el record del mundo en los 200 libres en Magdeburgo. Al año siguiente no pudo hacer gran cosa, por problemas de salud, dejando de participar en los Campeonatos de Europa, pero en 1986 se desquitó ampliamente en los Campeonatos del Mundo de Madrid. Allí ganó cuatro medallas de oro en los 100 libres, 200 estilos, 4×100 libres y 4×100 estilos. de paso se agenció con dos de plata en los 50 libre y 100 mariposa, demostrando su calidad ganando eventos de diferentes estilos. No contenta con eso, ganó los 100 metros libres con récord del mundo (54.73)
En 1987 participó imparable en los Campeonatos Europeos de 1987, ganado la increíble cifra de cinco medallas de oro (100 libres, 100 mariposa, 100 espalda, 4×100 libres y 4×100 estilos). Era de forma indiscutible la mejor del mundo en ese momento.
Y llegaron las Olimpíadas de Seoul 1988. Muchos países socialistas, como por ejemplo Cuba y Corea del Norte, quisieron de nuevo hacer boicot, pero esta vez no sucedería igual. Alemania Democrática participó, Kristin fue como favorita, y no decepcionó.
Seoul fue su total revancha de losJuegos Olímpicos en Los Ángeles 1984. Fue la reina indiscutible no solo en natación, sino de toda la Olimpíada, ganado seis medallas de oro en las seis pruebas que participó. Fue la primera vez que una deportista lograba semejante hazaña en cualquiera de las disciplinas olímpicas. Ganó los 50 y 100 libres, 100 mariposa, 100 espalda (en esta prueba compitió con una que comenzaba su magistral carrera: Krisztina Egerszegi), 4×100 libres y 4×100 estilos.
No teniendo más nada que ganar decidió, muy sabiamente, retirarse en su momento cumbre, sin pasar por las amarguras de posibles derrotas futuras. Su última competencia fue en Bonn, 1989, donde nuevamente ganó en los 100 espalda y los 4×100 estilos.
Kristin Otto fue la última de las grandes walkirias de la natación alemana del Este, poniendo punto final a un reinado de casi veinte años de invencibilidad germanas. Un tributo a su genio.
Aquí les dejamos algunas de su mejores actuaciones.Seoul 1988, 50 metros libres
4×100 estilos. Seoul 1988
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