El nadador estadounidense Michael Phelps tiene cita con la historia en Londres 2102, donde podría convertirse en el deportista con más medallas olímpicas desde la creación de los Juegos, récord en manos de la gimnasta soviética Larisa Latynina con 18 preseas entre 1956 y 1964.
Michael Phelps, de 27 años, ya anunció que éstos son sus últimos Juegos Olímpicos, luego de cosechar ocho oros en Beijing 2008 y seis oros y dos bronces en Atenas 2004, lo que le da un total de 16 medallas.
En Londres, el nadador oriundo de Baltimore (este de EEUU) no intentará repetir la hazaña de Pekín, donde entró en la leyenda al superar a su compatriota Mark Spitz y sus míticas siete medallas doradas de Múnich-1972.
Esta vez Phelps se presentará “solamente” en siete competencias, anunció su entrenador Bob Bowman a principios de julio.
Su programa olímpico incluye los 200 y 400 metros estilos, los 100 y 200m mariposa y los revelos 4x100m y 4x200m libres y 4x100m estilos.
Con el objetivo de “enfocar más energías en los relevos del equipo estadounidense”, Phelps (1,94 metros de altura, 84 kilos) renunció a participar de los 200m libres, prueba a la que también se había clasificado y de la que es doble campeón olímpico.
Tres medallas de cualquier color, algo que parece a su alcance, lo harán entrar en la historia, transformándolo posiblemente en el deportista olímpico más grande de todos los tiempos.
Pero para llegar a este momento Phelps ha tenido que superar una lógica desmotivación tras la inédita cosecha de Pekín-2008 y la tentación de vivir una vida más acorde a la que llevan los jóvenes de su edad.
A mediados de 2011, Michael confesó haber pasado dos años y medio “sin pasión” por la natación, en los que tuvo incluso un desafortunado episodio cuando se publicó una foto en la que se lo veía fumando marihuana.
A Phelps le gusta “divertirse” y “viajar, como dijo en una entrevista a la AFP el año pasado en Nueva York, y la vida de un nadador de alto nivel no permite mucho de ninguna de esas dos cosas.
Sin embargo, a medida que se acercaba la nueva cita olímpica, recuperó poco a poco el entusiasmo y parece llegar en pleno ascenso luego de su excelente desempeño en las eliminatorias estadounidenses celebradas en Omaha (Nebraska) a fines de junio.
“Estas eliminatorias me demostraron que todavía puedo mantener un programa de este tipo a alto nivel. Los últimos años tenía problemas incluso para hacer una sola competencia a este nivel”, dijo allí.
Londres-2012 será su cuarta presencia a nivel olímpico, ya que Phelps debutó con 15 años en los Juegos de Sydney-2000, donde terminó quinto en los 200m mariposa.
Había comenzado a nadar a los cinco años de la mano de sus hermanas y ya a los once su entrenador le había aconsejado trabajar en todos los estilos, algo fundamental en su camino a ser un nadador completo.
El resultado ha superado todas las expectativas: unos cuarenta records mundiales, la mayoría de ellos individuales y de los cuales seis siguen en su poder.
En cuanto a su futuro, Phelps ya indicó “estar listo” para la próxima etapa y los desafíos que le esperan fuera de las piscinas, como el desarrollo de su fundación para promover la natación y una vida sana.
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